Aumentan los servicios mientras la corrupción se come el dinero público 

Mientras el régimen busca dinero en los ciudadanos y comerciantes, las investigaciones de corrupción se van apagando; la desconfianza crece ante tanto corrupto suelto que obtendrá el dinero ya no de los recursos del petróleo y minerales, sino el de los ciudadanos obligados a pagar por los peores servicios públicos.

Como ya no tenemos representantes en el sentido constitucional; lo mínimo que deberíamos saber y estar informados y por ello preguntamos directamente, cómo, cuándo y por qué estando hundidos en esta crisis de naturaleza económica, política y social, se le puede ocurrir a quien políticamente ejerce el poder, disparar las tarifas de los servicios, cada vez de peor calidad, mientras además reducen los subsidios.

Cabe destacar que, durante muchos años, los precios de los servicios públicos en el país estuvieron «congelados», dado que el Gobierno dependía de los ingresos del petróleo para mantener los subsidios.

Datos recientes del Banco Central de Venezuela (BCV) mostraron que la inflación en los servicios básicos en el país, desde marzo de 2022 hasta marzo de 2023, se incrementaron en 325,4%. Por su parte, los costos de servicios como Internet y de telecomunicaciones aumentaron 1.003% en el mismo lapso de tiempo.

Tanto ciudadanos como comerciantes de todo el país han declarado un «fuerte aumento» en los precios del gas, agua, la luz y teléfono desde diciembre de 2022. También en el transporte, el aumento sigue su curso.

La queja generalizada es que «las facturas suben y todavía no tenemos buenos servicios», dado que se sufre constantemente de fallas de energía y agua. Manifiestan algunos usuarios que mensualmente pagan alrededor de   80 dólares por los servicios.

Si ya el ingreso del venezolano está mermado para alimentar la familia, todo indica que para pagar los servicios públicos tendrían que dejar de comprar comida. De allí el clamor de los comercios pequeños de lo injusto que consideran un pase de factura estándar. La queja generalizada es que la factura puede aumentar el doble de un mes a otro. De allí que claman por medidores y rechazan la factura estándar.

¿Cortar los servicios será la opción para quien no tiene como pagarlos?