La vida cotidiana del venezolano ha cambiado totalmente, al levantarse lo primero que se pregunta es “cómo amaneció el dólar”, porque sabe que su supervivencia está unida a que por cada décima que suba el dólar tendrá menos bolívares.
En Venezuela existen varios portales que a diario publican las variaciones del dólar en el mercado paralelo. Por años hemos tenido dos tasas de cambio: la del Banco Central de Venezuela (BCV) y la del mercado paralelo, generando fuertes distorsiones en los precios y en el comercio en general.
La población dedica buena parte de su tiempo a la búsqueda de dólares con la finalidad de adquirir bienes esenciales para la subsistencia y tratar de que su dinero no pierda poder de compra tan rápido.
Desde hace tiempo se perdió la confianza en el bolívar, razón por la cual ante su devaluación la gente prefiere cambiarlos por bienes o por dólares. Nadie confía en una moneda que mañana se sigue devaluando.
Esta situación hace que el venezolano tenga una única verdad, a cuantos dólares equivalen los bolívares que recibo y qué puede comprar con ello.
Recordemos que los salarios y las pensiones se fijan en bolívares, mientras los precios tienen como referencia su valor en dólares, cualquier variación cambiaria abrupta enciende las alarmas y se agudiza el nerviosismo en la población.
Ante esta situación en un acto de gobierno televisado, Nicolás Maduro ha denunciado un supuesto intento de “perturbar la recuperación económica” del país, aunque no entró en detalles. También pidió a los venezolanos “no dejarse robar con el dólar paralelo”.
Esta reacción oficial no garantiza la estabilización de nuestra moneda ni les da garantía a los ciudadanos de qué hacer ante una realidad que corresponde al Banco Central de Venezuela quien tiene la obligación exclusiva de lograr la estabilidad de precios y preservar el valor interno y externo de la unidad monetaria que es el bolívar.