Los discursos y los mensajes oficiales son propuestas de un proyecto político por ejecutarse, luego de 23 años en el poder.
No olvidamos que la primera oferta electoral de Hugo Chávez, fue una nueva Constitución, aprobada en una consulta popular que la puso en vigencia, previa su elaboración por una Asamblea Nacional Constituyente.
Por tanto, la Constitución de 1999 es la base del poder político para lograr una sociedad ética y concentrarse en la satisfacción y garantía de los derechos humanos que consagra.
La gran sorpresa fue descubrir que la Constitución resultara liberal; basada en el respeto a la dignidad de la persona, libertad, educación y trabajo bien remunerado, derecho de propiedad privada, libre iniciativa, donde el sector público y el sector privado trabajaran como un “matrimonio”, para el logro de una democracia fuerte. Basta con leer algunos artículos constitucionales y corroborar lo afirmado. (Art. 2,3,299)
Desde el primer día de la vigencia de la Constitución se arremetió contra su contenido democrático, en particular contra el orden económico, social y político, con lo cual se condenó a los ciudadanos a un total estado de discriminación o desigualdad.
La realidad es que el proyecto político en marcha y la Constitución hacen cortocircuito, por ello se llevaron por delante el Estado de Derecho.
Vemos como se juega con las palabras, se cambia su contenido y construyen quimeras que no tienen fundamento, las que producen inseguridad.
Un ejemplo de esto es el Acuerdo en apoyo a la investigación y lucha contra la corrupción (22 de marzo de 2023), dictado por la Junta Directiva de la Asamblea Nacional 2020, referido al apoyo a Nicolás Maduro en su lucha contra la corrupción.
Utilizar la Constitución como justificación de ese Acuerdo constituye corrupción constitucional. Hacer creer que se está cumpliendo la Constitución; lo que contrasta con la falta de garantía a los derechos fundamentales de las personas, en parte por causa de la corrupción.
Dice este Acuerdo de la Asamblea que “Uno de los fundamentos esenciales del sistema político y democrático venezolano, consagrado en la Constitución…, es su patrimonio moral y sus valores de libertad, igualdad y justicia, que propugna en conjunto a los valores superiores …como son la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la democracia, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político.
Esta iniciativa constituye la mejor expresión de adulancia populista para ocultar la corrupción de todos estos años, sin que sea capaz de taparla ni desaparecerla, la publicación de un Acuerdo como el señalado.