Una conducta o hecho irregular que da cuenta del abuso del poder público por parte de un servidor que lo ostente, con el propósito de obtener un beneficio indebido de carácter económico o para sacar ventaja política directa o indirecta, vulnerando principios y deberes éticos, normas y derechos humanos, es corrupción.
Lo cierto es que la corrupción es un delito con víctimas. Por tanto, los grupos o personas sufren la corrupción de manera desproporcionada cuando se les quita la garantía de un derecho, como es el caso del derecho a estar informado, respetando todas las corrientes del pensamiento en una sociedad democrática.
El articulo 58 de la Constitución venezolana establece:
“La comunicación es libre y plural y comporta los deberes y responsabilidades que indique la ley. Toda persona tiene derecho a la información oportuna, veraz e imparcial, sin censura, de acuerdo con los principios de esta Constitución…”
Siendo uno de los principios de la Constitución el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, como lo es la garantía del cumplimiento de los principios, derechos y deberes reconocidos y consagrados en el texto constitucional (artículo 3).
De manera que ordenar apagar la información plural, para dejar sólo la que convenga ideológicamente al gobernante, es corrupción al derecho humano a estar informado, aun cuando quien lo ordene no obtenga una ventaja económica.
En esa responsabilidad se ubica el Tribunal Supremo de Justicia (sentencia dictada el 14 de agosto de 2023) cuando después de seis años para conocer de una solicitud causa y mantener en su poder el expediente y ahora declarar “inadmisible” la demanda; con lo cual rechaza la revisión de lo resuelto por la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) cuando en 2017 decidió bloquear las transmisiones de la cadena estadounidense de noticias (CNN español).
No se puede restringir el derecho de expresión por vías o medios indirectos, tales como el abuso de controles oficiales o particulares de papel para periódicos, de frecuencias radioeléctricas, o de enseres y aparatos usados en la difusión de información o por cualesquiera otros medios encaminados a impedir la comunicación y la circulación de ideas y opiniones, tal como lo consagra el numeral 3 del artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
De manera que las personas en Venezuela han quedado sin opciones para informarse, quedando a merced de las redes llenas de noticias falsas.