La saqueadora del Tesoro Nacional

Venezolana, militar, enfermera y extesorera de la nación, dispuso de un patrimonio ajeno, con ánimo de lucro para realizar negocios jurídicos con terceros desde su cargo público, para desvalijar el dinero del Estado venezolano.

Hoy es “famosa” por haber sido extraditada a Estados Unidos, por haber utilizado el sistema bancario americano para  cometer delitos.

Claudia Patricia Díaz Guillén era militar y en 2001 se incorporó a la Guardia de Honor, cuerpo encargado de la seguridad del expresidente Hugo Chávez. Su carrera militar la combinó con la obtención del título de enfermería en la Universidad Central de Venezuela, lo cual le permitió alcanzar el rango de sargento técnico.

A partir de 2003 Díaz Guillen se incorpora al equipo de médicos y enfermeras del expresidente Chávez, donde estuvo hasta el 2011, año en el que al exjefe del Estado le diagnosticaron cáncer. Ese mismo año la nombró directora de la Oficina Nacional del Tesoro y secretaria del Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden).

Ella utilizó la administración financiera del Tesoro Nacional para negocios jurídicos en beneficio propio y de terceros; y en lo que respecta al Fonden (institución creada por Chávez) fue la encargada de invertir los millonarios recursos que se recibían por concepto de exportaciones de petróleo, gestión que está en total opacidad.

En este contexto oscuro, ocurre lavado de dinero y sobornos, delitos de los que está acusada en Estados Unidos. Según el Departamento de Justicia, los sobornos tenían como objetivo asegurar de “manera corrupta” la posibilidad de realizar transacciones de cambio de moneda extranjera a tasas preferenciales.

Díaz Guillén permaneció en Venezuela hasta diciembre de 2014, cuando le concedieron la baja militar,  se mudó a España y allí fue detenida por pedido de Estados Unidos, imputándola por el cargo de conspiración para cometer lavado de dinero.

Hay que tener presente que desde 2011 hasta 2013, la acusación señala a la enfermera, militar retirada y extesorera Díaz Guillén, por el pago de sobornos por al menos 65 millones de dólares en transferencias de Suiza hacia Estados Unidos.

¿Sabremos algún día los nombres de los altos funcionarios responsables de esta organización criminal?