Los corruptos del régimen venezolano en medio de un proceso electoral

Venezuela ha iniciado el proceso electoral anticipadamente; el régimen está en campaña sin candidato establecido, pero regalando lo que no tiene, para tratar de reagrupar a “su pueblo” que rechaza la falta de ejecutorias y la corrupción de los funcionarios que se han robado el Tesoro Nacional.

El año 2024 serán las elecciones presidenciales, debido a  el período constitucional es de seis años, resultando un acto inédito dado el modelo político que vivimos, pero tengamos presente que esta dictadura se sostiene y subsiste con “elecciones”; y los “votos” son los que legitiman seguir en el poder.

Nicolás Maduro quedó autoelecto el 20 de mayo de 2018, elecciones presidenciales declaradas nacional e internacionalmente, como fraudulentas.

Lo único cierto es que las elecciones presidenciales se realizarán en el año 2024. Lo que se desconoce es el mes y el día, por cuanto el voluntarismo político viola la Constitución.

Este año 2023 se inició en medio de la mayor crisis económica y social que ha sufrido el país, en un clima de desasosiego dominante. Lo único nuevo es que el oficialismo decidió abrir la Caja de Pandora, para rebuscar a los corruptos que se adueñaron de todo el dinero que produjo el petróleo, y se desataron todos los males y las desgracias que se podían padecer y sufrir, expandiéndose hacia todo el territorio.

Maduro tomó la decisión de perseguir directamente el flagelo de la corrupción como jefe de la Policía Anticorrupción, y ordenó la detención de altos funcionarios que durante años estuvieron a su lado, eran de su entorno y quienes estaban bajo su responsabilidad, lo que ha producido el miedo de todos contra todos.

Salta a la vista que el hoy perseguidor de los corruptos, nombró y puso a esos funcionarios en los puestos donde se manejó la riqueza del país, es decir sus colaboradores directos por años, y luego de repente se dio cuenta que habían saqueado el país y Venezuela se quedó sin dinero, sin reservas, sin servicios, sin ingresos.

Qué difícil le va a resultar a Nicolás, o cualquier otro u otra que aspire a ser presidente de la República, que por más que grite que está limpio/a y libre de vicios, si después de estos caídos ya no se encuentran más corruptos, y se queda señalado solo en el que tenía que caer y la banda.

Los electores tendrán una pregunta en mente al emitir su voto: ¿quien tiene la culpa de la corrupción masiva ocurrida en Venezuela?