En Egipto se desarrolló la cita anual de las Naciones Unidas para combatir el cambio climático, y se hizo en medio de una crisis energética sin precedentes marcada por la guerra de Ucrania.
Es indiscutible la urgencia de proteger y mantener el medio ambiente, pero que Maduro asista a este encuentro con infulas de benefactor del tema, es por decir lo menos, el cinismo de un populista.
En Venezuela quienes hoy gobiernan han destruído la industria petrolera para distribuir fortunas personales producto de la corrupción y ahora lo repiten con la explotación del oro, bajo el patrón de destrucción y muerte en la Faja Petrolífera del Orinoco.
No es posible que los países asistentes a este encuentro mudial le acepten a Venezuela la conducta seguida por un gobierno que permitió y ordenó por decreto la destrucción del medio ambiente, de los parques nacionales y de la amazonía venezolana.
Por tal razón repugna cuando lo único que le oímos decir a Nicolás Maduro en entrevista desde Egipto es: “…que hay que retomar la defensa del Amazonas, revertir su destrucción…para que sean los gobiernos poderosos del mundo los que se comprometan a financiar la recuperación del Amazonas.”
La destrucción del Amazonas venezolano la produce Nicolás Maduro, quien es responsable junto a la Cúpula Militar de incumplir las garantías constitucionales conforme a las cuales “…Toda persona tiene derecho individual y colectivamente a disfrutar de una vida y de un ambiente seguro, sano y ecológicamente equilibrado.” Y es obligación del Estado proteger y garantizar el ambiente.
La gravedad de la devastación ambiental en Venezuela está evidenciada en el Informe de la Misión Internacional de Naciones Unidas de 2022 cuando se señala: ”la minería descontrolada que se desarrolla en el Arco Minero del Orinoco, así como la minería ilegal en las áreas protegidas indígenas del estado Bolívar han tenido un costo ambiental devastador.”
El ecocidio cometido en el Arco Minero del Orinoco está suficientemente documentado por la ONG SOS Orinoco, la cual ha denunciado que el Gobierno tiene nueve (9) años devastando sistemáticamente la Amazonia venezolana y a sus pueblos indígenas con una política minera criminal; y ahora cínicamente Maduro llama desde la Cumbre a salvar la Amazonía.