Ya Alex Saab está en manos de la justicia norteamericana en el estado de Florida. Su detención comenzó con las imputaciones formales en julio de 2019 por presunto blanqueo de 350 millones de dólares entre 2011 y 2015 provenientes de Venezuela. Más tarde, las sanciones de la Oficina de Control de Activos en el Extranjero para él y sus socios. Y, por último, las incautaciones de bienes que poseía en Colombia y en Italia junto a su esposa, la modelo italiana Camilla Fabbri.
El juez Robert N. Scola Jr accedió a retirar 7 de los 8 de cargos contra Saab a petición de la Fiscalía de Estados Unidos en el proceso judicial para cumplir con “las garantías hechas a la República de Cabo Verde durante el proceso de extradición”.
El Tribunal mantuvo el cargo de conspiración para blanquear capitales de lavado de dinero contra el gran operador de negocios del chavismo de los últimos años como presunto testaferro de Nicolás Maduro. La razón de esta decisión judicial es que el país que lo extraditó tiene como límite de pena 20 años de cárcel y el país receptor no puede someterlo a una condena mayor de ser declarado culpable.
De manera que por el caro de conspiración para blanquear capitales en Estados Unidos Alex Saab va a responder por el delito que consiste en ocultar dinero procedente de fuentes ilegales que a su vez es transferido a través de varias fuentes legales para esconder su procedencia. El propósito del blanqueo de dinero es borrar la verdadera fuente de los fondos, lo que dificulta a las autoridades rastrearlo, teniendo presente que se aplica también a las transferencias de dinero legales que pueden ser sujetas de investigación.
El juicio a Alex Saab permitirá identificar a quienes integran la red de la Gran Corrupción en Venezuela.