¿Qué le dice a los ciudadanos el “combate” del régimen contra la corrupción?

Nicolás Maduro, sin pensar las consecuencias de su mensaje público, por cierto leído con ayuda de tele-pronter, sin libertad de palabra, develó “la razón” de la lucha contra la corrupción en Pdvsa emprendida contra sus colaboradores; señalando con ello la responsabilidad personal, la propia y la del Estado y a la persona por él designada, el ministro de petróleo.

Ese ex-ministro participó desde su nombramiento en el Consejo de Ministros, donde informó y se decidió sobre el manejo de la Industria Petrolera, ha rendido cuenta a quien ocupa la presidencia (Maduro) y detentó como ministro las acciones de la República, en todas las Asambleas de Pdvsa que presidió; y luego renuncia para “colaborar” con la investigación.

Esta actuación del ministro y de Maduro, ocurre luego del despliegue de las detenciones de los “presuntos responsables” de delitos de corrupción, realizadas por la policía anticorrupción de manera pública, mostrando cómo hasta tenían dólares efectivos por montos astronómicos.

La finalidad de esta acción parece indicar que está asociada a la creación de una matriz de opinión que apoye la limpieza de zánganos y delincuentes que tienen redes de corrupción en la administración pública, judicial, de alcaldes y de gobernadores. El fin: lograr el apoyo social, que permitiera limpiarle la cara a Maduro, y de esa manera permitirle clasificar a la candidatura presidencial por el partido PSUV en el 2024.

El despliegue de todas estas actividades “preventivas” para sacar los corruptos lo ha expresado el presidente de la Asamblea Nacional Jorge Rodríguez cuando dijo “esto apenas está empezando”, lo que muestra una prueba de que la crisis social y económica de Venezuela no se debe a las sanciones económicas, sino a la corrupción masiva ocurrida desde el Programa Bolívar 2000.

Reconocer públicamente, que fue la semana pasada cuando se dieron cuenta de la corrupción en las industrias y organismos del Estado, no lo cree nadie.

Los ciudadanos en Venezuela viven de angustia en angustia ante la crisis humanitaria, sin salarios dignos, con una inflación que cada vez hace más difícil sobrevivir, sin servicios públicos, ni garantía de la vida, salud, educación, alimentación, seguridad social, trabajo, por tanto, todos desprovistos de las garantías constitucionales de nuestros derechos humanos.

 Esta muestra de campaña contra la corrupción, ha permitido confirmar que la causa es el despilfarro, la ineficiencia, pero principalmente la gestión de la industria petrolera organizada para robar y saquear a manos llenas, dejando al país en la nada para sus habitantes.