Observatorio Venezolano de Conflictividad Social registró 2.814 protestas entre enero y marzo de 2023
Una informe de:

Un total de 2.814 protestas, un promedio de 31 diarias, se registraron en Venezuela durante el primer trimestre del 2023, según la documentación del El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS).
La institución señaló que estos datos representan un incremento de 47% en comparación con el mismo período del año anterior. En ese lapso de tiempo, se contabilizaron 1.909 manifestaciones.
Con relación a cuáles son los sectores sociales que lideran estas manifestaciones, el observatorio señaló que son los trabajadores activos, jubilados, pensionados y vecinos (comunidades). Asimismo, que los principal razón de protestas se han dado en exigencia de derechos laborales. En especifico, 77% del total de manifestaciones documentadas fueron protagonizadas por trabajadores venezolanos, equivalente a 2.165 protestas.
Otro porcentaje de las protestas lo lideran los grupos vecinales en exigencia a la prestación de servicios públicos. La ONG registró 206 protestas exigiendo suministro de agua potable, electricidad y gas doméstico en todo el país.
Un país en movimiento que se resiste al cierre del espacio cívico y democrático
Venezuela continúa sumergida en una profunda crisis, que impacta con más fuerza a los sectores y grupos vulnerables, adultos mayores, niños y mujeres. Frente a este escenario la respuesta ciudadana continúa vigente, el incremento de las movilizaciones y protestas pacíficas durante este trimestre evidencian que hay un país en movimiento, en constante búsqueda de dignidad.
Actualmente el salario mínimo es inferior a seis dólares por mes, ubicado entre los más bajos del mundo y acentúa la desigualdad, decadencia y precariedad en la que viven los trabajadores venezolanos y, por consiguiente, sus familias. La respuesta del Estado ha sido
insuficiente, y en la mayoría de los casos inexistente, la falta de atención a las demandas sociales, los sueldos simbólicos, con una economía dolarizada, en la práctica, y que pulveriza los ingresos y disminuye el poder adquisitivo.
Es probable que los trabajadores, jubilados y pensionados venezolanos se mantengan en las calles, empleando distintos mecanismos de presión y exigencia, preocupa que ante la indolencia y ausencia de respuestas institucionales efectivas pueda presentarse una situación de radicalización de las protestas por parte de los distintos gremios.
Por otra parte, se destaca que la Asamblea Nacional pretende imponer una nueva regulación para la creación y funcionamiento de organizaciones no gubernamentales, sin fines de lucro, que han trabajado sistemáticamente en la documentación, promoción y defensa de los derechos humanos.
La llamada Ley de fiscalización, regularización, actuación y financiamiento de organizaciones no gubernamentales y afines, afectaría los derechos a la libertad de asociación y de expresión, además, aplicaría mayor control para la creación y funcionamiento de estas organizaciones con el riesgo de la disolución.
De esta manera, autoridades venezolanas intentan avanzar hacia el cierre del espacio cívico y democrático, afianzando la criminalización, control social y autoritarismo.